Tras 25 años dedicados a la investigación arqueológica, en 2017 decidí dejar la actividad, sin saber hacia dónde encaminar mi profesión, pero teniendo claro que quería seguir vinculada al mundo del Patrimonio Cultural.
Mientras valoraba distintas opciones, comencé a estudiar un Master en Gestión Cultural y descubrí que dedicarme al Turismo Cultural, podía ser una nueva vía profesional. De esta forma, en marzo de 2019 comencé a trabajar en Ardixarra Etxea, el Centro de Interpretación de la Edad Media de Segura.
Tras unos meses de trabajo, y al comprobar como valoraban los visitantes mi trabajo de divulgación, pensé ¿Y si hago lo mismo en mi propio entorno? Y así, en septiembre de 2019 nace BIDATOUR.
¿En qué consiste BIDATOUR?
BIDATOUR, es una empresa que ofrece servicios culturales y turísticos para conocer el presente y pasado de Bidasoaldea de una forma auténtica, sostenible y cercana. Una propuesta que aúna rigor, emoción y entretenimiento, dirigido por Pía Alkain, una hondarribitarra que con 8 años ya quería ser arqueóloga y que ha cumplido con creces aquel sueño infantil.
¿Por qué decidiste emprender y volverías a hacerlo?
Cree BIDATOUR por varias razones: para complementar mi trabajo de media jornada en Ardixarra Etxea y hacerlo con libertad de agenda, por necesidad de compartir mi conocimiento y seguir trabajando en la protección y defensa del Patrimonio Cultural y, por último, para ofrecer una forma de hacer turismo más ético, pues no me gustaba algunas formas de guiar que veía en mi entorno.
Aunque el camino no ha sido fácil, una pandemia no es buena aliada para un emprendimiento en turismo, volvería a emprender. Bidatour me ha dado la oportunidad de aprender nuevas cosas, de conocer a gente muy interesante, de crear nuevas colaboraciones y de sentir que sigo aportando a la sociedad al dar a conocer nuestro pasado, para que sea valorado y respetado.
¿Qué ofreces?
De forma muy resumida, a través de mis experiencias culturales ofrezco la posibilidad de viajar al pasado para conocer mejor el presente de Hondarribia e Irún. Por ello mis servicios son aptos para visitantes, convirtiéndome en su anfitriona, y también para locales, ayudándoles a redescubrir su entorno. Me especializo en visitas privadas y en grupos reducidos, adaptando mis servicios al cliente particular, al de empresa o a escolares. Me encanta realizar paseos con recorridos y temáticas que se salen de lo habitual, enseñando rincones que poca gente visita e historias que poca gente conoce.
Aunque mucha gente puede enseñar Hondarribia y la comarca del Bidasoa, poca gente puede hacerlo como yo pues con los años, he desarrollado un don, ¡Sé leer en las piedras! e incluso sé lo que hay bajo muchas de ellas. No, no es magia, simplemente soy una de las personas que más excavaciones arqueológicas ha realizado en Hondarribia e Irún, y eso hace que mis visitas sean diferentes.
¿Cuáles son los beneficios de tu proyecto?
Con las distintas propuestas que ofrezco, mi cliente:
- Descubrirá que lo importante es el contexto y no solo el dato histórico. - Entenderá el contenido y el significado de lo que ve a simple vista. - Reaprenderá lo que ya conoce, pues a veces el relato histórico no es el correcto. - Logrará una transformación a través del aprendizaje. - Consumirá cultura y hará turismo de forma respetuosa, sostenible y ética.
¿Qué consejo le darías a futuras emprendedoras?
Que busquen apoyo y asesoramiento en instituciones, asociaciones de su entorno u otras emprendedoras. Que sean conscientes de que emprender es complicado, que hay muchos momentos duros, situaciones en las que todo son dudas y días en los que quieres abandonar; sin embargo, si te sientes acompañada, el camino es más sencillo. Que tengan en cuenta que la mayoría de las veces, ser emprendedora, es ser mujer orquesta y a veces es agotador, pero que, si tienen una pasión o un sueño, ¡Que luchen por ello!
Cuéntanos un poco sobre ti... ¿Cómo comenzó tu proyecto?
Olicatessen nació en diciembre de 2005. Es un negocio “familiar”. Nos juntamos una familia de olivicultores y mi familia, como responsables de la comercialización y la gestión de la empresa. Nos hemos convertido en una familia. Unos sabían de olivos y aceite, yo quería conquistar el mundo con el aceite. Hoy exportamos el 90% de nuestra producción. Hace 4 años empezamos a trabajar para cambiar este porcentaje, para reducir nuestra huella ecológica. Sólo practicamos la agricultura ecológica, por convicción, y aquí tenemos un reto.
¿En qué consiste?
Elaboramos aceite de oliva virgen extra ecológico. Tenemos 8 variedades ancestrales, que empezamos a recuperar en 2005, gracias a Slow Food, a parte de la Arbequina, típica de la zona. Controlamos todo el proceso, desde la plantación hasta el embotellado. Poco a poco, empezamos a elaborar otros productos. Aceituna de mesa, patés de aceituna, jabón de aceite (con el aceite “sucio” de las máquinas y mangueras, para evitar contaminar), condimentos a base de aceite...
¿Por qué decidiste emprender y volverías a hacerlo?
Emprendí, porqué en ese momento entendí que era la mejor manera de poder compatibilizar mi vida familiar y laboral.¡“Surgió” la oportunidad, y nos lanzamos a la piscina!
He aprendido, he vivido, he creado, he sufrido, me he emocionado... muchísimo y no lo cambiaria. Pero sinceramente, no estoy segura si lo repetiría.
¿Qué ofrecéis? ¿Cuáles son los beneficios de vuestro proyecto?
Olicatessen, nació como elaboradora de aceite de oliva virgen extra ecológico. Crecimos, desarrollando la sostenibilidad y economía circular de manera muy puntera en nuestro sector, lo que se nos reconoció como a la empresa Agroalimentaria más innovadora. Y hace poco, hemos empezado a convertirlo en una experiencia turística y educativa. Ofrecemos catas de aceite, talleres para hacer olivas en conserva, paseos para recolectar brotes comestibles, charlas sobre arquitectura rural.... Es una empresa pequeña, que nos permite evolucionar hacia donde queramos.
Hemos pasado del sector primario, al secundario creando una marca (muy reconocida a nivel internacional), y ahora empezamos a entrar al terciario para atraer al consumidor local. Es un cambio que abre la puerta a crear puestos de trabajo y generar más actividad económica, en una zona rural donde las oportunidades para jóvenes, de momento, es escasa. Espero que podamos cambiar esta realidad.
¿Qué consejo le darías a futuras emprendedoras?
Hacerlo acompañadas. No hace falta que sean socios-socias, pero con compañeras. Hay momentos en que te sientes muy sola, en muchos frentes, y es imposible ser buenísima en todos los ámbitos. Tenemos que aprender a pedir ayuda y rodearnos de buena gente.
Cuéntanos un poco sobre ti ¿Cómo comenzó tu proyecto?
Tenía 6 años cuando me regalaron mi primera casita de muñecas. Fue una revelación y supe lo que quería ser de mayor. Tenerlo tan claro ayuda mucho a seguir el camino que te lleva a tu objetivo.
Tras estudiar varios años en el extranjero y la carrera de Diseño y Arquitectura de Interiores en IADE Madrid, vuelvo a casa. Entro a formar parte del Colegio Oficial de Diseñadores de Interior/Decoradores de Guipúzcoa. La colegiación es obligatoria para poder ejercer legalmente. Así que en 1991, con mucha ilusión e inquietudes me lanzo a crear mi propio estudio.
¿En qué consiste?
Transformo espacios que mejoran la calidad de vida de quienes los utilizan. Los entornos en los que se desarrolla nuestra vida nos condicionan muchísimo. Principalmente hago reformas de viviendas, locales comerciales y todo tipo de espacios de trabajo. También me encargo de hacer cambios de uso de locales comerciales a viviendas y divisiones de viviendas.
Me ocupo de cada etapa. Redacto los proyectos, gestiono los presupuestos y tramito las licencias. Dirijo y coordino las obras llevando un riguroso control de calidad de acabados. Para ello cuento con un estupendo y eficaz equipo de gremios que he ido creando a lo largo de todos estos años. Es fundamental para conseguir cumplir los presupuestos y plazos de las obras.
¿Por qué decidiste emprender y volverías a hacerlo?
Era la única forma para trabajar y desarrollar mi profesión como me parecía que tenía que ser. El emprendimiento ha sido una forma de vida que he aprendido en mi familia. Por parte de mi padre, han sido empresarios en el ramo de la Artes Gráficas durante más de 150 años. También me ha marcado mi abuela materna. Tenía un taller de costura con bastantes mujeres trabajando en él. Tengo grabada a fuego su frase preferida:
“Si no lo vas a hacer bien, mejor no lo hagas”
Ella lo aprendió de un gran perfeccionista, el maestro Balenciaga, en cuyo taller se formó. Volvería a emprender, sin lugar a dudas. Empezar es lo que más cuesta, pero la satisfacción que da trabajar en lo que te gusta, no tiene precio.
¿Qué ofrecéis?
Ofrecemos un traje a medida. Nos adaptamos a las necesidades, posibilidades y gustos de quien necesita transformar un espacio. Espacios para vivir y trabajar que sean además de eficaces, estéticamente agradables y sobre todo saludables.
Desde que empecé, mi mayor inquietud ha sido la de recuperar al máximo lo existente. Se puede reformar sin tener que tirarlo todo. Además de que es un ahorro económico para los clientes, se trata de no desperdiciar y destruir materiales.
¿Cuáles son los beneficios de vuestro proyecto?
Quien solicita mis servicios lo hace en su mayoría por el boca oreja. La razón principal de que me llamen, es que cumplo con los presupuestos, plazos de obra y porque transformamos los espacios cumpliendo las expectativas de los clientes. Contratarme es una inversión que recuperarás a corto plazo: además de ahorro de tiempo y dinero, evitarás muchos disgustos. Optimizo tus recursos. De ahí el nombre de mi web: optimininteriors.
¿Cómo lo hago?
En primer lugar un trabajo de escucha, tras lo cual realizo un estudio exhaustivo de lo que ofrece el espacio a transformar. Una eficaz planificación es primordial para que la obra vaya bien. Los proyectos, van siempre visados, tanto si requieren de licencia como si no. De esta forma, cuentan con un seguro de responsabilidad civil y el respaldo del Colegio.
¿Qué consejo le darías a futuras emprendedoras?
Lánzate a montar tu negocio si te ves con las ganas y fuerza suficientes para trabajar muchas horas y no desfallecer cuando vienen mal dadas. Emprender es empeño y dedicación. Lo puedo comparar con la crianza de mis hijas. Hasta que no han empezado a volar solas, todo ha sido entrega y algunos quebraderos de cabeza....si bien dan muchas satisfacciones y alegrías.
¿Cuáles fueron las motivaciones para lanzar este nuevo proyecto?
Pues la separación de mi socia anterior, y sus consecuencias, ha sido la motivación principal. Una vez comprada la empresa decí seguir por responsabilidad con clientes, trabajadores, que la verdad se han portado de 12 y se merecían una continuidad. ¿Y pues ya que estamos a por todas no?, un nuevo aire, nuevo nombre y nueva línea de negocio más afín a mí, a mi forma de hacer, con la experiencia de los más de 21 años que ya tengo a la espalda y con el apoyo de muchos, muchísimos clientes, colaboradores, familiares y amigos que me han motivado a seguir y crear lo que hoy es Pagoa, un bosque precioso donde cada uno aporta un poco.
¿En qué consiste?
Pagoa es un proyecto muy personal, el más personal de todos lo que he creado, y ya son unos cuantos. Pagoa es una consultora transfronteriza especializada en temas jurídico-fiscales en ambos lados de la frontera franco española, trabajamos más de 20 profesionales que además de grandes profesionales son grandísimas personas, cubriendo las áreas de gestión, consultoría, despacho jurídico, y asesoría de empresas.
¿Hay alguna línea nueva?
Mas que nueva yo diría que definida, tenemos muy claro dónde queremos ir y qué queremos ser: queremos ser la consultoría de referencia de las familias que depositan en nosotros su confianza, la confianza es la base de Pagoa, porque desde ahí es desde donde podemos asesorar mejor, cuanto más conocemos al cliente mejor podemos saber sus necesidades y ofrecerle las mejores soluciones. Heredo 13 años de MyL Mugan, donde yo dirigía dos líneas de negocio, y llevaba la gestión interna de todo, pero había dos líneas que no dirigía y ha habido que rediseñarlas y ajustarlas, para que sean homogéneas con el resto.
¿Qué significa para ti emprender?
Yo he nacido en una familia de emprendedores, mi padre se fue de una empresa, compró un camión, y a la carretera, pocos trabajos más sacrificados que ese conozco... Mi madre dejó de trabajar en una empresa de decoración de vajillas y se puso a llevarle las cuentas, y papeles, a la vez que nos cuidaba a mi hermano y a mí, sola toda la semana, una mujer de garra, ¡¡de las que marcan!!
Creo que lo llevo en el ADN, aunque casi siempre he emprendido por supervivencia. Mi primera empresa fue con 19 años, embaraza de mi hijo mayor, una empresa de acuchillado de suelo, muchos esto ni lo saben.... Ahora 25 años más tarde otra vez por supervivencia me embarco en este proyecto, eso sí, las tablas son otras.
¿Qué aportaciones personales y profesionales esperas?
Yo ya espero poco la verdad estoy más para que me sorprendan ... Profesionalmente he ido consiguiendo cada uno de los retos que me he propuesto y Pagoa es un proyecto muy personal pero muy orientado a la colaboración y el trabajo en equipo, si ha visto la luz es porque las personas que están en él ya se han comprometido, espero que siga creciendo tan bonito y tan longevo como un Pagoa, y tan femenino!! Además, el nombre es inspiración de ASPEGI.
¿Qué consejo le darías a futuras emprendedoras?
Pienso que la colaboración y la compañía es muy importante, eso sí definiendo muy bien los acuerdos, no hay nada peor que sentirte sola cuando estás con gente, y creo firmemente que la compañía es vital. Les diría que se rodeen de gente que les ayude y oriente en cada momento, que aprendan, deleguen o subcontraten a alguien que les hable de sus finanzas y de sus números, saber de la economía de tu negocio es vital , yo veo muchas emprendedoras en el despacho, con mucha pasión, con muchas ganas, con muchas ideas, pero a veces se les olvida hacer el plan de negocio, sacar el umbral de rentabilidad, y no nos podemos olvidar que cuando emprendemos es para poder vivir de nuestro negocio con dignidad, y para eso nos tiene que dar un salario con el que podamos vivir.
Cuéntanos un poco de ti. ¿Cómo comenzó tu proyecto?
Soy veterinaria y quería serlo desde pequeña, es totalmente vocacional. Pero el mundo de la clínica de pequeños animales es muy duro, y muy poco valorado. Urgencias, trabajos de fin de semana, preocupaciones, responsabilidad, presiones de los dueños, sueldos bajos...
Hace mucho tiempo que me gustó el mundo de la rehabilitación y fisioterapia animal, fui formándome pero donde estaba contratada no se veía "bien" que yo gastara mi tiempo en eso y sólo encontraba obstáculos. Aunque no se negaban a que realizara esos servicios, recibia poca ayuda. Así que, después de 11 años trabajando, decidí dar el paso. Vi claramente dónde quería estar y que si seguía el mismo camino nunca llegaría.
¿En qué consiste?
He inaugurado un centro de rehabilitación y fisioterapia para perros y gatos, una alternativa a la medicina clásica y un servicio complementario. Los clientes están encantados, me dicen muy a menudo que echaban de menos algo así. Otros, sin embargo, aún reciben con sorpresa la noticia de este servicio.
¿Qué ofrecéis?
Ofrecemos un servicio de rehabilitación y fisioterapia veterinaria. Nuestro objetivo consiste en devolver al animal las máximas capacidades locomotoras posibles y mejorar su calidad de vida. Menos dolor, más y mejor vida. Podéis consultar los servicios que mejor puedan adaptarse a vuestros animales en nuestra página web.
¿Por qué decidiste emprender y volverías a hacerlo?
Dejé un trabajo fijo y me dediqué al mío. Me puse en contacto con Lanbide y allí me dieron las recomendaciones para dar los primeros pasos. Llevo un año con el proyecto y estoy hasta arriba de trabajo. Siempre pienso que tuve que empezar esto antes, "Gipuzkoa es muy pequeño y no vas a tener clientes suficientes, eso es sólo para las grandes ciudades" o comentarios como "la gente no va a gastar dinero en eso" me echaron atrás. ¡Y les hice demasiado caso! Si lo hubiera sabido... Me faltaba saber dónde debía poner el foco y alejarme de esos comentarios.
¿Qué consejo le darías a las futuras emprendedoras?
Mi recomendación a las que dudan: imagínate cómo te gustaría estar de aquí a un año y emprende paso a paso, pide ayuda. A mí me ayudó mucho contactar con los que antes han hecho algo parecido en otra parte y saber que se sienten contentos y realizadísimos con su proyecto, aún más.
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