Estás ante una página en blanco, intentando redactar un discurso. ¿Cómo debo dirigirme? ¿Estimados compañeros? o ¿Estimados compañeros y compañeras? Sabes que tu mensaje irá destinado a mujeres y hombres, pero finalmente decides hacer uso de la fórmula masculina. Porque compañeros y compañeras te suena redundante. Te suena ¿verdad?.
Situaciones similares se repiten cada día en todos los campos de la vida; pero sobre todo, en el ámbito laboral y empresarial. El lenguaje refleja nuestra realidad; influye en nuestra manera de ver el mundo y en la manera en la que las personas nos vemos reflejadas en la sociedad. Nuestra lengua sigue anclada en el pasado; un lenguaje sexista estrechamente relacionado con una estructura social que subordina a la mujer.
Pero la lengua es una herramienta muy poderosa y hoy tenemos la oportunidad de cambiar nuestro lenguaje para cambiar nuestro concepto de ver y vivir en el mundo. El lenguaje es una excelente herramienta de igualdad.
Una de las principales características de nuestra lengua es su capacidad de cambiar. Nuestra lengua no es estática; todo lo contrario. Crece y se transforma. El lenguaje cambia porque la realidad se transforma.
Y hoy tenemos la oportunidad de cambiar nuestro lenguaje para progresar hacia una realidad donde se visibilice y visualice a la mujer; una realidad donde las mujeres y hombres gocen de las mismas oportunidades y derechos en el ámbito laboral, económico y social. Y para lograrlo, es fundamental hacer uso de un lenguaje libre de prejuicios y estereotipos; un lenguaje inclusivo y no sexista, respetuoso con las personas. Un lenguaje con el que todas las personas se sientan identificadas.
A continuación, presentamos una guía para hacer uso de un lenguaje inclusivo y no sexista en el entorno laboral, económico y empresarial.
• Usaremos los dos géneros gramaticales: nombraremos los sustantivos referidos a mujeres y hombres de manera igualitaria. Por ejemplo: sustituiremos los compañeros por los compañeros y las compañeras.
• Usaremos nombres colectivos genéricos. Por ejemplo, en lugar de decir el ciudadano, lo sustituiremos por la ciudadanía.O en su lugar emplearemos otras estrategias lingüísticas. Por ejemplo, los trabajadores por las personas trabajadoras.
• Prestaremos atención a los artículos masculinos delante de un género. Por ejemplo: sustituiremos los especialistas por cada especialista.
• Usaremos la forma impersonal: sustituiremos los ganadores recibirán un premio por se entregará un premio a las personas ganadoras.
• Corregiremos el enfoque androcentrista de ciertas expresiones. Por ejemplo: en lugar de decir Javier, el jefe y su secretaria, Ana, lo sustituiremos por Javier, el jefe, y Ana, la secretaria.
Al fin y al cabo, somos lo que comunicamos, así que comuniquemos con perspectiva de género para progresar a una sociedad igualitaria, justa y sostenible.
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