“Creo que si ahora nos vuelve a pillar una nueva punta actuaríamos mejor, sabemos cómo nos tenemos que proteger”. (Pilar Lekuona, Presidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa)
¿De qué manera se ha adaptado el Colegio como institución al coronavirus?
El acompañamiento a las colegiadas ha sido continuo, las 24 horas, eran y son claramente nuestra prioridad. De hacho me gustaría subrayar que el Colegio ha estado en todo momento ocupado y preocupado de que, a cualquier comunicación que nos llegara por parte de las y los profesionales, se le da cauce rápidamente para tratar de buscar una respuesta y/o solución, ya fuera en forma de contacto con las organizaciones, publicación, etc.. Estamos dedicando todo nuestro tiempo a acompañar a las y los profesionales y creo que así lo están percibiendo.
Para ello, desde el principio el equipo está teletrabajando y la situación, sin duda, nos ha puesto a prueba constatando que tanto nuestro sistema como el equipo humano estaba preparado para atender a las y los colegiados y hacerlo bien en remoto, con una atención directa a la colegiada que hemos mantenido dando respuesta a todas las cuestiones relacionadas con altas, bajas, traslados, solicitud de documentación, etc. Yo, personalmente, estoy atendiendo por teléfono y por e-mail todas las demandas y llamadas. Está siendo un esfuerzo enorme pero estamos recibiendo el reconocimiento y el agradecimiento de muchas colegiadas satisfechas por ello.
Con el coronavirus hemos constatado el músculo que tenemos en cuanto al uso de la tecnología, porque hemos podido comprobar la importancia de haber invertido en nuevas tecnologías y nuevas herramientas de comunicación y trabajo, fortaleciendo nuestros canales de comunicación para dar respuesta en tiempo real a todas las solicitudes y quejas de nuestros colegiados, abriendo un canal whatsapp, además de la comunicación habitual por mail, teléfono, App, redes sociales… Además, hemos acelerado todas las iniciativas que teníamos ya en marcha en cuanto a digitalización de la organización con una nueva web que verá la luz en breve, la actualización de nuestra base de datos con coordenadas digitales, la potenciación de la formación online, y cómo ha facilitado el poder atender en remoto las peticiones de nuestras colegiadas. Todo ello con el objetivo de facilitar la vida a nuestras colegiadas en todas las cuestiones relacionadas con información, gestiones y formación a distancia.
¿Cómo han vivido las más de 5.000 enfermeras guipuzcoanas la situación en primera línea?
Con gran profesionalidad, preocupación y responsabilidad, haciendo frente a una situación nueva y grave para todos. El debut fue tremendo y pilló a todos sin saber muy bien cuál era el protocolo más adecuado a seguir. De repente todo lo que conocíamos en cuanto a protocolos parecía que era franqueable y no había medida que se resistiera a este virus. Pero gracias a que cada uno es profesional de lo que es, con los días comenzamos a orientar las diferentes situaciones. Creo que si ahora nos vuelve a pillar una nueva punta actuaríamos mejor, sabemos cómo nos tenemos que proteger.
Eso sí, solo falta que nos manden el material adecuado, algo que está siendo nuestro caballo de batalla como Colegio: conseguir que las enfermeras de Gipuzkoa cuenten con el material de protección adecuado, tanto para proteger su salud y la de su entorno cercano, como la de los pacientes. Es importante recordar que el COVID-19 no se ha ido, el virus sigue aquí y a día de hoy muchas enfermeras en Gipuzkoa siguen trabajando sin el material de protección adecuado, son constantes las quejas que recibimos en este sentido en el Colegio y así lo hemos transmitido a los responsables de las diferentes organizaciones.
Profesionales, indudablemente, y personas….
Efectivamente, hay que tener en cuenta que como profesionales estamos acostumbradas a cuidar y curar al paciente. Por ello nos ha descolocado y ha sido muy duro ver la cantidad de personas que han muerto y están muriendo y además sin poder hacer nada por evitarlo, porque no sabes cómo va a reaccionar el coronavirus en cada uno de los cuerpos.
El hecho de enfrentarte a algo que se te escapa de las manos y que ni los mejores cuidados podían curar, convivir con ello todo el día eso ha sido duro; así como vivir en primera persona la situación social que hacía que el paciente estuviera solo. Sin duda la carga emocional y psicológica por las situaciones vividas está siendo enorme.
¿Esta presión emocional que mencionas puede pasar factura?
Algunas enfermeras nos trasladan que tienen miedo, en otros casos ha surgido cierta desmotivación por la falta de humanización en las organizaciones y en el Colegio sí que observamos con preocupación las consecuencias emocionales del post-Covid, que todavía no sabemos cuándo va a ser, y las consecuencias que pueda tener en las y los profesionales enfermeros.
Nos gusta nuestra profesión, estar en primera fila. Estamos formadas y entrenadas para ello. Ahora mismo, por la fortaleza que nos da la propia profesión nos autofortalecemos, tenemos también ese punto de adrenalina del trabajo, pero cuando todo esto pase el cansancio aparecerá y ahí tenemos que estar preparadas. Pero me preocupa cómo nos va a afectar cuando baje la tensión.
Pilar, efectivamente parece un riesgo real, ¿estáis tomando medidas?
En el Colegio ya estamos trabajando en la puesta en marcha de iniciativas para dotar a las enfermeras de herramientas de autoayuda. Además de haber puesto desde el inicio de la pandemia una asesoría psicológica gratuita y confidencial de la que ya han hecho uso más de 20 enfermeras, estamos ofreciendo alternativas online con herramientas psicológicas para afrontar la pandemia que ha contado con la participación de centenares de enfermeras guipuzcoanas.
Sin duda, la ayuda psicológica permanente a las colegiadas es otro de los aspectos que tiene que abordar el Colegio desde donde, como decía, hemos estado en todo momento muy atentas y escuchando en todo momento a nuestras colegiadas, acompañándoles.
Hoy sois heroínas, ¿y mañana?
Ni somos heroínas ahora, ni lo éramos antes. Somos profesionales competentes y capacitadas para hacer muy bien nuestro trabajo. Estamos en todos los ámbitos: asistencial, docencia, investigador, gestión, educador, etc.
Pero sí creo que debe haber un antes y un después para nosotras como profesionales. En este sentido, desde el Colegio reclamamos que se cuente con nosotras para todos los comités de planes estratégicos, porque ya hemos vivido que planificaciones que se hacen en despachos cuando llegan al día a día hacen aguas.
La enfermera no se dedica únicamente a estar a pie de cama. Cuando se elige a alguien para un puesto directivo que requiere de profesionales preparados, hay que contar con la Enfermería. Nos queda mucho todavía para que nos reconozcan y trabajen desde la Dirección en equipo contando con nuestra visión para beneficio de todas las organizaciones sanitarias. Tengo la sensación de que siempre estamos formándonos los mismos y muchas de las cosas que ocurren, no solo es por fallos de protocolo, sino por fallos en la organización. Las enfermeras somos profesionales universitarias con titulación de grado, conocimiento y una experiencia muy valiosa en cuidados, conocemos lo que está pasando. Y, pese a ello, no estamos en los órganos de decisión con proporcionalidad a todo el peso que la profesión supone dentro de las organizaciones.
¿Le gustaría añadir algo más? ¿al colectivo? ¿a la ciudadanía?
La necesidad de unas vías de comunicación más efectivas por parte de las organizaciones sanitarias. Me estoy refiriendo al Departamento de Salud, a Osakidetza y a las Direcciones de los Hospitales, con protocolos más concretos y más consensuados con los propios profesionales.
Por lo demás, y coincidiendo con el Día Internacional de la Enfermería el 12 de mayo tengo que felicitar a todas las compañeras y compañeros guipuzcoanos, agradecer su compromiso y profesionalidad. Somos el colectivo profesional sanitario más numeroso, 5.292 enfermeras en Gipuzkoa, el 50% de todos los profesionales sanitarios de nuestro Territorio. Este es además el año internacional de las enfermeras y las matronas y buscábamos visibilidad, pero en ningún momento podíamos imaginar semejante drama.
A la ciudadanía le pediría que continúe siendo responsable, respetando las indicaciones de las autoridades sanitarias y utilice el sentido común, porque de nada sirven los aplausos que nos dedican a los profesionales durante el tiempo de confinamiento si luego no se siguen las recomendaciones.
También quiero agradecer la confianza y el esfuerzo, tanto de la Junta de Gobierno del Colegio, como del equipo humano y de las diferentes asesorías. Desde el Colegio vamos a seguir trabajando por la enfermería en Gipuzkoa. Hay tanto qué hacer por la profesión que no vamos a parar y vamos a trabajar especialmente para que nos escuchen en todas las instancias en las que se toman decisiones, porque tenemos mucho que decir. Y es importante que nos escuchen.
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